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miércoles, 13 de enero de 2021

Episodios Nacionales

 


Episodios Nacionales. Benito Pérez Galdós. Ed. Aguilar, 1971 (Obras completas)

 

Este clásico de la literatura española consiste en un conjunto de cuarenta y seis novelas históricas, que Benito Pérez Galdós comenzó a escribir en 1872, con el episodio Trafalgar, y culminó en 1912, con el dedicado a Cánovas. Tenía en proyecto varios episodios más, que abarcarían hasta Alfonso XIII, pero no llegó a concluirlos.

 

Los Episodios Nacionales constituyen un valioso retrato de la vida española entre 1805 y 1880. Entorno a personajes reales que fueron protagonistas de la historia española, Galdós da vida a otros de ficción que le sirven para recrear usos y costumbres populares del momento. Toma pié de los hitos más importantes acaecidos en España durante el siglo XIX, pero pone el foco sobre todo en el modo de vivir, pensar y actuar de las gentes. El resultado es una crónica de tono cercano y costumbrista, más que un tratado de rigor histórico.

 

Galdós, nominado al premio Nóbel de literatura en 1912, domina con maestría el lenguaje. Aprovecha su  habilidad como escritor para ponerla al servicio de sus ideas políticas, aun a costa de deformar o caricaturizar la realidad cuando le conviene. Emplea profusamente la ironía y la exageración para dejar en ridículo a personajes que encarnan ideas distintas a las suyas. 


En ese estilo caricaturesco con frecuencia no sale bien parado el clero, ni los seguidores de partidos distintos al suyo, como los carlistas. Carga las tintas en lo que llama despectivamente la España tradicional, cuyos personajes dibuja siempre como fanáticos e intransigentes. Y enfrente sitúa a personajes amables, atentos y caritativos, que por supuesto pertenecen siempre a la España futura, que es la de su partido liberal.  

  

Se percibe en sus escritos la evolución de su pensamiento político. Sus inicios fueron liberales, y se vinculó al Partido Progresista de Sagasta, con el que fue elegido diputado en 1886. Más tarde pasó al Partido Republicano, y finalmente en 1910 participó con Pablo Iglesias, fundador del PSOE, en la Conjunción Republicano-Socialista.

 

Esa trayectoria queda reflejada en los Episodios, con cierto sesgo anticlerical creciente. Es un sesgo que siempre acompañó al partido republicano, y fue heredado después por el partido socialista. Junto al sesgo anticlerical, crece en sus relatos el pesimismo y la tendencia a reflejar ambientes sórdidos.

 

En sus últimos años Galdós abandonó la política desencantado, y se sumó al pesimismo respecto a España de muchos intelectuales de finales del XIX y principios del XX. El estado de ánimo que le provocaba los políticos españoles se refleja en estas líneas de su último Episodio Nacional, dedicado a la época de Cánovas:

 

Los dos partidos que se han concordado para turnar pacíficamente en el poder, son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado les mueve, no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que de fijo ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos...”

 

Contrasta ese tono amargo con el que empleaba en los Episodios de la primera época, épico y esperanzado. Por ejemplo, en Bailén, publicado en 1873:

 

Bien puede decirse que la estrategia, y la fuerza y la táctica, que son cosas humanas, no pueden ni podrán nunca nada contra el entusiasmo, que es divino.”

 

       Los Episodios Nacionales de Galdós, aunque desiguales, constituyen una pieza imprescindible para acercarse a la historia de la literatura española. Al menos alguno de ellos, como Trafalgar o La batalla de los Arapiles, parecen de lectura obligada. Se puede aprender mucho de la riqueza de su vocabulario, y además en buena parte son de lectura fácil y entretenida.

 

Pérez Galdós con 51 años, retrato de Sorolla



       Me ha sorprendido gratamente encontrar en el texto de los Episodios frases que solía emplear en sus escritos y en su predicación oral san Josemaría, lo que quizá  indica que debió leerlos en su juventud. Es sabido que el fundador del Opus Dei era aficionado a la lectura desde niño. Tenía dotes como narrador por su graciosa expresividad: entretenía a sus hermanas pequeñas contándoles cuentos. La claridad de sus escritos y de su predicación oral, que ha sido resaltada por especialistas, se fue labrando sin duda gracias a lacalidad de sus lecturas infantiles.

 

He anotado algunas de esas frases o expresiones que Josemaría Escrivá empleó con frecuencia, que bien podrían ser herencia de la lectura de Galdós. O quizá sencillamente sean frases castizas, que emplearon ambos porque ya pertenecían al acervo popular español


En cualquier caso, las dejo aquí, para quien desee profundizar en el sentido de esas expresiones. Creo recordar que había alguna coincidencia más, pero no llegué a tomar nota. 

 

-Mendizábal, (3.25; 898): “Señor de Calpena, usted pitará!”  (por triunfará, tendrá éxito). San Josemaría usaba esa expresión para referirse a personas que dan pasos decididos y bien orientados en su compromiso personal.

 

-Mendizábal, (2.20; 896): “Religioso de verdad, sin aspavientos.” San Josemaría era amigo de la sencillez en todas las facetas de la vida, y usaba la expresión “sin aspavientos” especialmente para referirse al modo de vivir la piedad cristiana, que debía ser interior, recia, sin manifestaciones externas aparatosas. Lo aplicaba también al modo de cumplir el deber, sin hacerlo valer y sin ostentación.

 

-Zumalacárregui, (28.266; 874): “los pobres ojalateros” (Galdós se refiere a los carlistas). San Josemaría señalaba el peligro de excusarse con circunstancias externas pasada o futuras (“ojalá hubiera pasado esto o lo otro”) para no asumir la responsabilidad del presente. Solía llamarlo mística ojalatera.

 

-Zumalacárregui (26.250; 874): “Una raza que al inclinarse para caer en tierra, ya está pensando en cómo levantarse.” El fundador del Opus Dei solía referirse a la lucha interior diciendo que el peligro no está en caer (somos humanos y cometemos errores) sino en no querer levantarse cuando uno ha caído.

 

-Los Apostólicos, 18.184; 620: “Como aquí no hay cumplimientos, que es palabra compuesta de cumplo y miento…” Así prevenía san Josemaría del peligro de conformarse  con un cumplimiento anodino y rutinario, sin el brío propio del amor, que requiere compromiso y energía. Esto, para quien sabe que Dios le espera en el cumplimiento amoroso de sus deberes ordinarios, es grave, porque está falto de amor. Un cumplmiento anodino bien puede acabar sigificando "cumplo y miento." Lo explicaba muchas veces el sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei, el beato Álvaro del Portillo

 

-Cádiz, 3.32: “Yo gozo extraordinariamente al ver frente a mí los caracteres altivos (…); gusto de ver bullir la sangre impetuosa del que no quiere ser domado ni … “ (En otra pasaje hay un diálogo en el que alguien se dirige a un joven: “Veo bullir en ti la sangre de tu padre…”) Josemaría Escrivá, en alguna ocasión, hablando en la intimidad con fieles del Opus Dei, les decía: ¿Sabéis por qué os quiero tanto? Porque veo bullir en vosotros la sangre de Cristo.

 

-El Grande Oriente, (21.370): “Aparta, Señor, de mí lo que me apartó de Ti” (Inscripción grabada en una antigua casa en la calle de la Cabeza, de Madrid). San Josemaría solía usarlo en presente, como oración personal: “Aparta, Señor de mí lo que me aparte de Ti.” Tenía en su habitación unos azulejos con esas palabras, para traerlas con frecuencia a su mente.

 

-El Grande Oriente, (15.325): “La amaba en globo, con sus defectos, conociéndolos y aceptándolos…” El santo de lo ordinario, como llamaba san Juan Pablo II a san Josemaría, insistía en que la caridad consiste en querer a los demás como son, con sus defectos, aunque precisamente porque les queremos les debemos ayudar con paciencia y cariño a superarse.

 

-El Grande Oriente, (4.4.242): “No puedo ni valgo nada.” San Josemaría repetía esa frase con esas palabras en su oración personal: se veía falto de todo mérito y por eso lo fiaba todo a su condición de hijo de Dios, que es quien obra en cada uno y de quien nos vienen todos los bienes.

 

-El Equipaje del rey José, (1.18.183): “…hasta que no ahorquen al último Papa con las tripas del último fraile, no habrá paz…” 

    En alguno de sus encuentros con un auditorio numeroso San Josemaría usó esa expresión en tono simpático, poniéndola en boca de un anticlerical, “Decía un anticlerical (quizá estaba pensando en este texto de Galdós): yo ahorcaría al último cura con las tripas del último obispo…” para añadir con gracia a continuación: “Pues ¡qué mal gusto,no?! Yo os diré un modo mejor de acabar con los curas: ¡venid todos, todos, a confesar!… ¡Y acabaremos todos los sacerdotes muertos de tanto trabajo!¡A confesar, así nos mataréis a todos!”

    San Josemaría coincide con Galdós en señalar los defectos del clericalismo. Se declaraba anticlerical, y hacía con frecuencia en su catequesis una defensa del "anticlericalismo bueno", por supuesto muy distinto del radical y violento, o del que pretende restringir la libertad religiosa. 

    En su predicación prevenía a laicos y sacerdotes contra el clericalismo, un modo de actuar de algunos clérigos que pretende inmiscuirse en las libres decisiones de los fieles laicos en cuestiones temporales. Y señalaba que también es clericalismo la conducta de algunos fieles que  reducen su condición de cristianos a la participación en actividades eclesiásticas, y en cambio se inhiben de participar con madurez en la vida pública bajo su responsabilidad personal. O actúan haciendo valer su condición de católicos, en lugar de hacerlo como un ciudadano más, que ejerce sus derechos y cumple con sus obligaciones de ciudadano.

 

-La batalla de Arapiles, (cap.27.243): “Es lo que yo llamo un ave doméstica. No, señor Araceli, no pidáis a la gallina que vuele como el águila. Le hablaréis el lenguaje de la pasión y os contestará cacareando en su corral.”

    En Camino, nº 7, san Josemaría usa una expresión que recuerda este texto:

             “No tengas espíritu pueblerino. —Agranda tu corazón, hasta que sea universal, "católico". No vueles como un ave de corral, cuando puedes subir como las águilas.

 

Post scriptum:

Me ha alegrado esta noticia sobre la presentación de la edición comentada de Camino, publicada por el Centro en la Biblioteca para la Edición de Clásicos Españoles. El investigador Fidel Sebastián confirma el eco galdosiano en los escritos de san Josemaría Escrivá, y dice entre otras cosas: 

¿Qué estilo tiene el lenguaje de Camino?

San Josemaría habla de las cosas más santas, como hablan Santa Teresa o San Juan de la Cruz o un Fray Luis de Granada, pero con un lenguaje absolutamente civil, que al que más se parece es al de Galdós. Si miráis la cantidad de citas que traigo de Galdós: este término, esta expresión, este giro. El estilo lingüístico de san Josemaría es muy de los escritores del realismo y naturalismo de esa época, y de los poetas que estaban más de moda como Gabriel y Galán, que era muy popular. Era lo que la gente, en los casinos, recitaba. Y eso es muy simpático. Varias expresiones de Camino se entienden mejor si vemos cómo las usa Galdós en su contexto. Es la gracia de contextualizar el léxico. También en esto se diferencia mucho de la edición de Pedro Rodríguez, que lógicamente no atiende este aspecto filológico porque no lo pretendía.

En mi opinión, san Josemaría habla la lengua de Galdós. La que hablaba la gente culta que quería ser natural. Habla con el lenguaje de la gente corriente. San Josemaría era, fundamentalmente, universitario. Su formación intelectual, era universitaria, pasó por el seminario, fue un cura excelente, era la adquirida de su paso por la facultad de derecho. Con una imagen galdosiana, su lenguaje se puede decir que es la llaneza. La llaneza galdosiana. Y con este tipo de léxico, al mismo tiempo, tiene la fuerza de un Fray Luis de Granada. Cuando trata de conmover, conmueve como el que más. San Josemaría conmovía a los públicos.

 

lunes, 16 de diciembre de 2019

Que sólo Jesús se luzca


“Que sólo Jesús se luzca”, nueva biografía ilustrada de san Josemaría Escrivá.


                        
                           

La Oficina de Comunicación del Opus Dei en Valencia ha acogido en un encuentro periodístico la presentación de “Que solo Jesús se luzca”, una biografía ilustrada de san Josemaría de la que son autores los periodistas Jesús Gil y Enrique Muñiz.


                          

Jesús Gil, sacerdote y especialista en periodismo visual y diseño gráfico, ha explicado que “aunque ya hay numerosas y buenas biografías de san Josemaría, faltaba una que transmitiera la información sobre su vida y mensaje a través de mapas, dibujos e infografías."

                               


Hay ideas que sólo pueden ser explicadas con texto, pero otras muchas pueden ser mostradas de una manera más cercana y sencilla, que facilite al lector joven actual sintonizar con el atractivo mensaje  de santidad en la vida ordinaria que difundió san Josemaría.” 
    
                     


El libro contiene más de 300 fotos, algunas inéditas, textos autógrafos y numerosos mapas e infografías, que ilustran la vida, el mensaje y la intensa actividad evangelizadora que realizó san Josemaría, recorriendo Europa para poner las bases del desarrollo del Opus Dei en los diversos países.

                           

   

"Deseábamos una biografía accesible y gratuita, al alcance de todo el que buscara información sobre el mensaje de santidad en la vida ordinaria, encarnado en la vida y enseñanzas del fundador del Opus Dei."


                                              
"Muchas de las imágenes transmiten información sólo con verlas. Por ejemplo, la foto de su Primera Comunión, con un traje muy laical y natural para la época, nos hace ver que la secularidad del espíritu del Opus Dei estaba ya implícita en el estilo de vida que san Josemaría aprendió de sus padres." 


                            

Es inédita también la foto de sus hermanas fallecidas con muy poco tiempo de diferencia a tierna edad, cuando Josemaría era un niño poco mayor que ellas. Esa foto ayuda a comprender el dolor que debió embargar a la familia. Un dolor en el que se forja el caracter y endereza la mirada hacia los inescrutables planes de Dios
        



El autor ha contado que “cuando san Josemaría recordaba sus viajes agotadores para iniciar el trabajo del Opus Dei, solía comentar que había sembrado de Avemarías las carreteras de Europa. Los gráficos y mapas de esos viajes nos ayudan a hacernos cargo mejor del alcance de sus palabras, pues una buena infografía muestra visualmente la dimensión real de las cosas, en este caso del esfuerzo que esos desplazamientos requerían." 


            

"Por ejemplo, asombra uno de los viajes que realizó durante varias semanas en pleno invierno de 1955. En ese viaje recorrió en un coche renqueante más de 6.000 km por las malas carreteras de la época.”


                             


“San Josemaría estaba haciendo lo que luego llamaría “la prehistoria del Opus Dei” en los países centroeuropeos: norte de Italia, Austria, Suiza, Alemania, Francia… Visitaba a los obispos de las ciudades a las que se extendería el trabajo apostólico del Opus Dei, conocía de primera mano los campus universitarios y se entrevistaba con personas que podrían colaborar ya antes de que llegasen los primeros miembros de la Obra." 



                             

"En el viaje de 1955 se detuvo en Viena, todavía ocupada por las tropas soviéticas. Allí rezó por primera vez a la Virgen bajo la advocación de Sancta María, Stella Orientis, Estrella de Oriente, pidiendo la liberación de los países sometidos a la tiranía comunista.”

                                                   

Jesús Gil, que es también doctor en Teología Espiritual, realizó su tesis doctoral con un estudio de la biblioteca de trabajo de san Josemaría en Roma. En la biografía  se incluyen fotografías y gráficos que explican con detalle los 2.500 libros que componen esa biblioteca, con indicaciones fáciles de apreciar sobre los autores a los que acudía con más frecuencia.


                             


Apoyándose en reproducciones de textos breves manuscritos del fundador, la biografía incluye también un resumen de los rasgos más esenciales de la espiritualidad del Opus Dei.

                           


El texto original de la biografía fue escrito por José Miguel Cejas, y ha sido actualizado y revisado por Enrique Muñiz, con base a la documentación facilitada por el archivo histórico de la prelatura del Opus Dei.



La versión electrónica se distribuye de modo gratuito a través de las principales plataformas, como Apple Libros, Google Play Libros o Amazon. La versión impresa está disponible en librerías y también directamente en la red a través de servicios de impresión bajo demanda. 

                  


Jesús Gil, que en la actualidad es vicerrector de la iglesia de san Juan del Hospital de Valencia, antes de su ordenación sacerdotal trabajó como periodista en diversos medios. Especialista en periodismo visual, ha sido Director de Arte de La Voz de Galicia,  y sus trabajos infográficos han sido reproducidos en la prensa internacional.
            

                              



Jesús Gil es autor también de Huellas de nuestra fe, apuntes sobre Tierra Santa: un recorrido por los lugares sagrados, con unas espléndidas infografías que facilitan la comprensión del Evangelio y de la vida de Jesucristo. 





      




miércoles, 7 de noviembre de 2012

La fuerza transformadora del amor



Presentada en Valencia la Edición crítico-histórica de Conversaciones con monseñor Escrivá de Balaguer


No es frecuente encontrarse con un ambiente como el que había anoche en la presentación de este nuevo título de la colección Obras Completas de san Josemaría, de la editorial Rialp. 


El profesor José Luis  Illanes, miembro de la Academia de Teología de Roma y autor de numerosas publicaciones relacionadas con la Teología del mundo y de la historia,  Director del Instituto Histórico san Josemaría Escrivá, y autor de la edición, aglutinó a un nutridísimo grupo de profesores universitarios e intelectuales. Su presencia manifiesta que el interés por la fe cristiana es grande, y que son muchos los que buscan en ella el sentido de su  trabajo universitario, intelectual  y de investigación.



Tampoco es habitual el alto nivel de las intervenciones, que confirma la categoría científica del trabajo presentado.  El profesor Illanes, una eminencia teológica con un sentido común aplastante, evidencia lo lejos que puede llegar la inteligencia cuando se deja guiar por la luz de la fe. Sus largos años de trabajo junto al fundador del Opus Dei dejan en él la huella del testigo que ha visto a un santo vivir apasionadamente el Evangelio en el día a día.



Cautivó la fuerza y viveza con que rememoró los dos momentos de la vida de Cristo que más hondamente fascinaban  a san Josemaría

El primero, la muerte en la Cruz. Dios, que  comparte con el hombre hasta el mal trago de la  muerte, para dejarle claro que no está solo, que la muerte no es el fin.  Él ha superado la muerte, y así cada uno de nosotros también la superará. Ninguno de nosotros se disolverá en la nada, permaneceremos  con nuestro propio yo  para siempre. En ese hecho radica la dignidad esencial de cada persona, de toda persona.

A san Josemaría le removía también contemplar la infancia de Jesús. Está presente en muchas de sus respuestas a lo largo del libro.  Un Dios que se hace  niño, y vive la cotidianidad de lo corriente en el seno de una familia, mostrando que  lo cotidiano no es vulgar si lo vivimos con amor. Lo normal y  ordinario (la madre que enseña  los primeros balbuceos al niño, el padre que lo  limpia, preparar la comida, trabajar para ganar el sustento…) ha pasado a ser sobrenatural y divino desde que ha sido asumido por Cristo. De las escenas del hogar de Nazaret extrajo la savia de buena parte de su predicación.



La profesora Francisca Colomer moderó las intervenciones con maestría, e hizo gala de su experiencia como historiadora. 

Se fijó breve pero hondamente en la novedad que suponía en los años 1930 que san Josemaría no hiciese distingos entre mujeres y hombres a la hora de impulsarles a desarrollar todas sus potencialidades, también las intelectuales, cuando el ambiente miraba con recelo la presencia de la mujer en la universidad.



La reflexión antropológica del profesor Higinio Marín partió de la referencia al alemán Peter Berglar, uno de los biógrafos de san Josemaría, a quien compara con uno de los grandes Descubridores.  

El Descubridor, con mayúscula,  no lo es porque vea algo que nunca  nadie haya visto, sino porque al descubrirlo  toma posesión para no dejarlo nunca 
más. 

La llamada universal a la santidad, a la vida de amistad con Dios, es descubierta (con la luz de Dios) y asumida por san Josemaría como tarea propia y como misión al servicio de la Iglesia, para que no se olvide nunca más

Todos estamos llamados a ser santos: una realidad vieja como el Evangelio, pero perdida y ahora de nuevo hallada. El Concilio Vaticano II, hace cincuenta años,  la incorporó solemnemente como uno de sus principales frutos.


“Y esa enseñanza de  que a Dios le podemos encontrar en las pequeñas cosas de la vida  corriente,  siendo una bomba nuclear para una sociedad alejada de Dios, ¿por qué tantas veces parece no tener fuerza ?”, preguntó no sin mordiente uno de los asistentes.  


La respuesta del profesor Illanes fue inmediata: no, lo que es una “bomba nuclear (aunque la imagen no parecía gustarle) es el Evangelio, al que remiten constantemente las enseñanzas de san Josemaría. El Evangelio  es la gran fuerza transformadora del mundo. Es la luz y la huella de Dios hecho hombre que se nos revela con su omnipotencia puesta al servicio  del amor, y que nos interpela.  Y cuando parezca no tener eficacia, es el momento de que cada uno examine  el nivel de su respuesta y saque consecuencias.


El profesor Marín resaltó que el libro incluye el texto a su juicio más paradigmático de san Josemaría,  y a la vez una joya literaria: la homilía Amar al mundo apasionadamente , pronunciada ante miles de personas en el Campus de la Universidad de Navarra, en 1967.  Ahí está, expresado  con bellas palabras, el reto permanente que desde las páginas de este magnífico libro nos lanza san Josemaría: o sabemos encontrar  en nuestra vida ordinaria al Señor,  o no lo encontraremos nuncaVale la pena escuchar el audio íntegro y original de esa homilía.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Camino, un libro para corazones jóvenes


“El punto 1.000 de Camino lo pones tú”



80KFest: Jóvenes celebran  en Valencia el 80 aniversario de Camino, la obra más conocida de san Josemaría Escrivá

Publicado por primera vez en Valencia en 1939, se han editado más de cinco millones de ejemplares en cincuenta y dos idiomas.

Jóvenes que participan en actividades de formación cristiana del Opus Dei en Valencia han celebrado un evento conmemorativo del 80 aniversario de Camino, la obra más conocida de san Josemaría, que se editó por primera vez en la capital del Turia en 1939.



El evento, organizado por la oficina de comunicación del Opus Dei en Valencia, ha tenido lugar en el salón de actos del Colegio Mayor Universitario Albalat. El youtuber Nachter (Ignacio Gil), la abogada Loreto Ayuso y su marido Patxo Grau, arquitecto y presentador de televisión, actuaron como conductores de la velada, que contó con  testimonios de conversión y acercamiento a Dios a raíz de la lectura de Camino. 




Nerea Fernández y el filósofo Rafael Monterde mantuvieron un vivo coloquio en torno a su experiencia personal con los puntos de Camino, que en el caso de Nerea supuso un giro radical de vida, y sobre el amor a la libertad y la vivencia de la filiación divina que se aprende de san Josemaría. Para el joven filósofo Monterde “ese mensaje es una respuesta esperanzada a la crisis ideológica que padece Occidente en la postmodernidad.”




Uno de los participante en actividades de voluntariado de Albalat, Pablo Romero, explicó  el campo de trabajo que se proyecta este año para continuar la construcción de una escuela en Gambia y dar clases de alfabetización e higiene a niños y adultos.





Se estrenó también un video  con testimonios sobre el impacto actual de Camino en los jóvenes, en el que entre otros intervienen el rapero Grilex (Guillermo Esteban), que cuenta cómo habitualmente acude a Camino porque le ayuda a hablar con Dios y a conocerse mejor.

                



En el video interviene también la experta en moda Gabriela Lence, que describe con simpatía una inesperada experiencia personal  en torno a Camino y el bien que hace a sus amigas. Diversos testimonios personales de jóvenes se entrecruzan en el video con imágenes filmadas de encuentros de san Josemaría con jóvenes, en los que el autor de Camino responde con gracia a sus preguntas, y muestran la viveza y continuidad de su mensaje.



Un divertido y velocísimo juego de Kahoot! en torno a las frases de san Josemaría y la historia del libro  puso a prueba la agilidad de los presentes y su conocimiento de esta obra. Se presentó también una edición digital reducida con una selección 80 puntos de Camino, agrupados por temáticas juveniles.  El acto terminó con una performance, en la que cada uno de los asistentes aportó su inspiración personal, “ese necesario punto número 1000 que san Josemaría busca provocar en cada uno, para dar vida a los 999 que componen Camino.”







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¿Qué tiene este libro, que sigue moviendo los corazones de tanta gente en todo el mundo? Quizá parte de la respuesta esté en el prólogo que escribió Monseñor Xavier Lauzurica, entonces obispo auxiliar de Valencia y buen amigo de Escrivá, que entrevió el alcance que tendría esta obra:

En estas páginas aletea el espíritu de Dios. Detrás de cada una de sus sentencias hay un santo que ve tu intención y aguarda tus decisiones. Las frases quedan entrecortadas para que tú las completes con tu conducta. […] Si estas máximas las conviertes en vida propia, serás un imitador perfecto de Jesucristo.”

Camino es fruto de la experiencia de san Josemaría en su trato personal con Dios, y de su labor de orientación a las personas que acudían a él en busca de consejo para su vida cristiana. Su contenido es una verdadera radiografía de su propia vida de relación con Dios.

Son frases breves e incisivas, que desde comienzo de los años 30 san Josemaría, joven sacerdote, usaba en su predicación oral, y que fue redactando y distribuyendo entre quienes hablaban con él, para facilitarles la reflexión y meditación. Son muy numerosos los testimonios de agradecimiento por el bien que esta obra ha hecho a personas de toda raza, cultura y condición.

La finalidad última de Camino puede resumirse en lo que san Josemaría escribe en el punto 382: “Que busques a Cristo: Que encuentres a Cristo: Que ames a Cristo.” Jesucristo es el verdadero protagonista, el Camino que todo cristiano debe recorrer en su vida ordinaria hasta identificarse con Él.

Un encuentro con Cristo que, si es verdadero, lleva a dar a la vida un profundo sentido solidario con los demás: “No puedes vivir de espaldas a la muchedumbre: es menester que tengas ansias de hacerla feliz.” (Camino, 32) A eso apuntan todos y cada uno de sus 999 puntos.



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Enlaces a la noticia y más información en:



https://religion.elconfidencialdigital.com/articulo/zoom/80-aniversario-camino-valencia-celebrado-jovenes/20191120194649029045.html





Avance en programa Encuentros de 8tvMediterráneo, desde minuto 26:16 https://www.youtube.com/watch?v=aAIUsKAFquw

Programa Encuentros, 8tvMediterráneo: https://www.youtube.com/watch?v=VqCkcWkqsd0